Obras

Entre las obras más importantes de Pablo Neruda destacan su primer libro, ‘Crepusculario’ (1923) (el ejemplar más vendido), ‘Veinte poemas de amor y una canción desesperada’ (1924), ‘Residencia en la tierra’ (1933), ‘Canto general’ (1950) y la obra póstuma ‘Confieso que he vivido’ (1973).
Su obra se divide en cuatro etapas:

-Primera etapa: Escribía principalmente poesía amorosa, cuyo tema era sencillo pero a la vez reflejaba la complejidad humana. En esta época, su obra más importante fue ‘Veinte poemas de amor y una canción desesperada’. Esta etapa duró poco, ya que más tarde surgieron problemas influyentes como la guerra civil.

VEINTE POEMAS DE AMOR Y UNA CANCIÓN DESESPERADA.
La canción desesperada. Poema 1
Emerge tu recuerdo de la noche en que estoy. 
El río anuda al mar su lamento obstinado. 
Abandonado como los muelles en el alba. 
Es la hora de partir, oh abandonado! 
Sobre mi corazón llueven frías corolas. 
Oh sentina de escombros, feroz cueva de náufragos! 
En ti se acumularon las guerras y los vuelos. 
De ti alzaron las alas los pájaros del canto. 
Todo te lo tragaste, como la lejanía. 
Como el mar, como el tiempo. Todo en ti fue naufragio ! 
Era la alegre hora del asalto y el beso. 
La hora del estupor que ardía como un faro. 
Ansiedad de piloto, furia de buzo ciego, 
turbia embriaguez de amor, todo en ti fue naufragio! 
En la infancia de niebla mi alma alada y herida. 
Descubridor perdido, todo en ti fue naufragio! 
Te ceñiste al dolor, te agarraste al deseo. 
Te tumbó la tristeza, todo en ti fue naufragio! 
Hice retroceder la muralla de sombra. 
anduve más allá del deseo y del acto. 
Oh carne, carne mía, mujer que amé y perdí, 
a ti en esta hora húmeda, evoco y hago canto. 
Como un vaso albergaste la infinita ternura, 
y el infinito olvido te trizó como a un vaso. 
Era la negra, negra soledad de las islas, 
y allí, mujer de amor, me acogieron tus brazos. 
Era la sed y el hambre, y tú fuiste la fruta. 
Era el duelo y las ruinas, y tú fuiste el milagro. 
Ah mujer, no sé cómo pudiste contenerme 
en la tierra de tu alma, y en la cruz de tus brazos! 
Mi deseo de ti fue el más terrible y corto, 
el más revuelto y ebrio, el más tirante y ávido. 
Cementerio de besos, aún hay fuego en tus tumbas, 
aún los racimos arden picoteados de pájaros. 
Oh la boca mordida, oh los besados miembros, 
oh los hambrientos dientes, oh los cuerpos trenzados. 
Oh la cópula loca de esperanza y esfuerzo 
en que nos anudamos y nos desesperamos. 
Y la ternura, leve como el agua y la harina. 
Y la palabra apenas comenzada en los labios. 
Ese fue mi destino y en él viajó mi anhelo, 
y en el cayó mi anhelo, todo en ti fue naufragio! 
Oh sentina de escombros, en ti todo caía, 
qué dolor no exprimiste, qué olas no te ahogaron. 
De tumbo en tumbo aún llameaste y cantaste 
de pie como un marino en la proa de un barco. 
Aún floreciste en cantos, aún rompiste en corrientes. 
Oh sentina de escombros, pozo abierto y amargo. 
Pálido buzo ciego, desventurado hondero, 
descubridor perdido, todo en ti fue naufragio! 
Es la hora de partir, la dura y fría hora 
que la noche sujeta a todo horario. 
El cinturón ruidoso del mar ciñe la costa. 
Surgen frías estrellas, emigran negros pájaros. 
Abandonado como los muelles en el alba. 
Sólo la sombra trémula se retuerce en mis manos. 
Ah más allá de todo. Ah más allá de todo. 
Es la hora de partir. Oh abandonado.


Valoración: Sus versos muestran la pasión del amor con un estilo sencillo, característico de esta etapa de su obra.

-Segunda etapa: Es denominada como Etapa de tierra, deja la sencillez y el simbolismo de su anterior época y escribe con un estilo más cínico y sobre temas mundanos, creándose así su propio estilo. En sus poemas muestra la soledad y la tristeza de la vida humana. Su obra más conocida de esta etapa es `Residencia en la tierra´, que es una recopilación de poemas surrealistas.

 RESIDENCIA EN LA TIERRA
 Débil del alba.
El día de los desventurados, el día pálido se asoma 
con un desgarrador olor frío, con sus fuerzas en gris,  
sin cascabeles, goteando el alba por todas partes:  
es un naufragio en el vacío, con un alrededor de llanto.
Porque se fue de tantos sitios la sombra húmeda, callada,
de tantas cabilaciones en vano, de tantos parajes terrestres
en donde debió ocupar hasta el designio de las raíces,
de tanta forma aguda que se defendía.
Yo lloro en medio de lo invadido, entre lo confuso,
entre el sabor creciente, poniendo el oído
en la pura circulación, en el aumento,
cediendo sin rumbo el paso a lo que arriba,
a lo que surge vestido de cadenas y claveles;
yo sueño, sobrellevando mis vestigios morales.
Nada hay de precipitado, ni de alegre, ni de forma orgullosa:
todo aparece haciéndose con evidente pobreza;
la luz de la tierra sale de sus párpados
no como la campanada, sino más bien como las lágrimas,
el tejido del día, su lienzo débil,
sirve para una venda de enfermos, sirve para hacer señas
en una despedida, detrás de la ausencia:
es el color que sólo quiere reemplazar,
cubrir, tragar, vencer, hacer distancias.
Estoy solo entre materias desvencijadas,
la lluvia cae sobre mí, y se me parece,
se me parece con su desvarío, solitaria en el mundo muerto,
rechazada al caer, y sin forma obstinada. 

Valoración: En este poema se muestra claramente la importancia que le da a su soledad y el pesimismo de su poesía. También se puede observar la pérdida de la sencillez en sus versos.


-Tercera etapa:  En esta época escribe una poesía comprometida con la sociedad. Su estilo se ve influido por los sucesos políticos de la obra. La obra más famosa fue `España en el corazón´, en la que muestra su afectación ante la Guerra Civil Española y la muerte de su amigo Federico García Lorca. Neruda se mostró crítico frente a la dictadura Chilena denunciando el maltrato a los obreros.

ESPAÑA EN EL CORAZÓN.
Explico algunas cosas.
Preguntaréis: ¿Y dónde están las lilas?
¿Y la metafísica cubierta de amapolas?
¿Y la lluvia que a menudo golpeaba
sus palabras llenándolas
de agujeros y pájaros?
Os voy a contar todo lo que me pasa.
Yo vivía en un barrio
de Madrid, con campanas,
con relojes, con árboles.
Desde allí se veía
el rostro seco de Castilla
como un océano de cuero.
                                      Mi casa era llamada
la casa de las flores, porque por todas partes
estallaban geranios: era
una bella casa
con perros y chiquillos.
                                                        Raúl, te acuerdas?
Te acuerdas, Rafael?
                               Federico, te acuerdas
debajo de la tierra,
te acuerdas de mi casa con balcones en donde
la luz de junio ahogaba flores en tu boca?
                                                   Hermano, hermano!
Todo
eran grandes voces, sal de mercaderías,
aglomeraciones de pan palpitante,
mercados de mi barrio de Argüelles con su estatua
como un tintero pálido entre las merluzas:
el aceite llegaba a las cucharas,
un profundo latido
de pies y manos llenaba las calles,
metros, litros, esencia
aguda de la vida,
                        pescados hacinados,
contextura de techos con sol frío en el cual
la flecha se fatiga,
delirante marfil fino de las patatas,
tomates repetidos hasta el mar.
Y una mañana todo estaba ardiendo
y una mañana las hogueras
salían de la tierra
devorando seres,
y desde entonces fuego,
pólvora desde entonces,
y desde entonces sangre.
Bandidos con aviones y con moros,
bandidos con sortijas y duquesas,
bandidos con frailes negros bendiciendo
venían por el cielo a matar niños,
y por las calles la sangre de los niños
corría simplemente, como sangre de niños.
Chacales que el chacal rechazaría,
piedras que el cardo seco mordería escupiendo,
víboras que las víboras odiaran!
Frente a vosotros he visto la sangre
de España levantarse
para ahogaros en una sola ola
de orgullo y de cuchillos!
Generales
traidores:
mirad mi casa muerta,
mirad España rota:
pero de cada casa muerta sale metal ardiendo
en vez de flores,
pero de cada hueco de España
sale España,
pero de cada niño muerto sale un fusil con ojos,
pero de cada crimen nacen balas
que os hallarán un día el sitio
del corazón.
Preguntaréis por qué su poesía
no nos habla del sueño, de las hojas,
de los grandes volcanes de su país natal?
Venid a ver la sangre por las calles,
venid a ver
la sangre por las calles,
venid a ver la sangre

por las calles!

Valoración: En este poema se muestra su implicación social, incitando a la gente a salir a la calle y manifestarse.


-Cuarta etapa: Neruda volvió a la sencillez y trató temas universales.

LAS UVAS Y EL VIENTO.
Tenéis que oírme.
Yo fui cantando errante,
entre las uvas
de Europa
y bajo el viento,
bajo el viento en el Asia.
Lo mejor de las vidas
y la vida,
la dulzura terrestre,
la paz pura,
fui recogiendo, errante,
recogiendo.
Lo mejor de una tierra
y otra tierra
yo levanté en mi boca
con mi canto:
la libertad del viento,
la paz entre las uvas.
Parecían los hombres
enemigos,
pero la misma noche
los cubría
y era una sola claridad
la que los despertaba:
la claridad del mundo.
Yo entré en las casas cuando
comían en la mesa,
venían de las fábricas,
reían o lloraban.
Todos eran iguales.
Todos tenían ojos
hacia la luz, buscaban
los caminos.
Todos tenían boca,
cantaban
hacia la primavera.
Todos.
Por eso
yo busqué entre las uvas
y el viento
lo mejor de los hombres.
Ahora tenéis que oírme.

Valoración: Habla sobre diferentes regiones del mundo, como es característico de la obra de esta etapa. 

Neruda recibió varios premios en reconocimiento a su carrera. En 1945 consiguió el Premio Nacional de Literatura, en 1971 fue nombrado Premio Nobel de Literatura y en 1972 se le concedió el Premio Lenin de la Paz.
En esta página puedes encontrar muchas de sus obras completas: http://www.neruda.uchile.cl/obra/obra2.htm

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